miércoles, 30 de diciembre de 2009

Alejarse de Lima (Un sueño hecho realidad)

Visitando Chulucanas, Yapatera y Chapica
Cuando pienso que deje sóla a mi hija en Lima por averiguar como son las comunidades afroperuanas, no me imagine que fuera tan difícil. Algunas se encuentran muy lejos de la ciudad más cercana, otras veces el internet resulta muy lento, las fotografías se demoran en cargar más de quince minutos, la gente es desconfiada, ser de Lima, significa ser un opresor, un ladrón, alguien que puede hacer daño. En otros pueblos más lejanos un grupo de niñas me preguntaba como era Lima, Yo les respondía que un monstruo de cemento, repleto de autos y trataba de convencerlas de quedarse allí en sus pequeños paraísos, atrapados en otro tiempo, donde a veces no hay electricidad, agua o desague, y donde en los caminos te quedas sin riñones montada en una de sus motos, única manera de llegar hacía los poblados lejanos. Innumerables algarrobos acompañan mi camino, cantos de pájaros inquietos, nidos a la mano, desconfían igual que sus pobladores, pero igual logró tomas de pájaros, pobladores y paisajes preciosísimos. No me canso de andar y de tomar fotos pese a que ya me caí una vez y casi no la cuento de la rodada que hice por tierra, pero qué importa un poco de tierra en el polo, unos moretones y una torcedura de tobillo, lo cierto es que ni Milagros Carazas ni la que habla nos detebemos, todo lo contrario, cada una de las comunidades y su gente nos motiva a seguir un camino que parece dirigirse más al norte. Por el momento dejé de escribir el Diario de la pajarera, pero no por eso dejo de investigar en el norte, que me cautiva con sus aves, su gente, su comida y sus camnos paradisíacos.
Nota: No se pudo adjuntar fotos debido a la falta de tecnología adecuada para bajar los datos desde la pc.

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