jueves, 24 de febrero de 2011

Esther Castañeda Vielakamen








Este día recuerdo al lado de Milagros Carazas, muy lejos de Lima, a Esther, una amiga que nunca nos dejo de dar una sonrisa cariñosa, una palmadita en la espalda, trasmitiéndonos la tranquilidad anhelada. Siempre con la esperanza de dirigir nuestros caminos juntas, en esto que llaman literatura, con la certeza de ir por un camino áspero, apreciando aquellas manos amigas encontradas al borde del camino. Desde el sur te pensamos, te sentimos, te recordamos, emocionadas, regocijándonos en tus abrazos, fortificadas por tu pícara sonrisa, haciendo de tu complicidad un caminar parejo que nos durará hasta el fin de nuestros días.

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