La bicicleta, un invento que es menospreciado en nuestro país

Brevísima historia de la bicicleta

El invento de la bicicleta se remonta a 1490 cuando Leonardo Da Vinci diseñó en forma de boceto una máquina que ya poseía pedales y transmisión de cadena, esto aparece en un documento encontrado por unos monjes italianos que restauraban sus manuscritos. Sin embargo, es 300 años después cuando se le presta la debida importancia a la bicicleta. Sivrac inventó el Célérifère, máquina que permitía correr en dos ruedas alineadas, mientras que el conductor se deslizaba a horjacadas. En 1817, un alemán llamado Kart von Drais creó la dirección de la rueda delantera y desde entonces la bicicleta ha ido mejorando, esto debido a la necesidad del hombre de utilizarla en la guerra, en el comercio y en el sencillo divertimento. Pero al inicio era muy caro comprar una bicicleta, pues prácticamente equivalía el presupuesto anual de un trabajador promedio. En aquellas épocas sólo los regentes y dignatarios, podían adquirir aquella maravillosa máquina que aún andaba en pañales.
En las siguientes líneas podemos observar el boceto de Da Vinci y más abajo la cronología de la bicicletas a lo largo de la historia.

Bicicleta Da Vinci (Boceto)

Evolución de la Bicicleta

1818
Velocípedo
Karl Von Drais

1830
Velocípedo
Thomas Mc Call
Escocia

1860
Bicicleta de pedales
Pierre Michaux
Francia

1870
Bicicleta de rueda alta
James Starley
Francia

1885
Máquina segura
John Kemp Starley
Inglaterra

Década de 1960
Bicicleta de pista
EE.UU.

A mediados de 70
Bicicleta de montaña
EE.UU.

Limitaciones de los autos

Actualmente el precio de una bicicleta es bastante asequible para cualquier sueldo promedio. Sin embargo, el precio es ostensible para diversos usuarios, sin embargo las personas prefieren utilizar el autobús, el taxi o el auto particular, produciendo una contaminación abominable que aunque no es notoria en nuestros días en ciertas zonas, sí lo es en otras, como por ejemplo el Cercado de Lima, San Martín de Porres, Lince, etc. A pesar de todo ello, no existe una política de subvención de su precio por parte del gobierno, ni tampoco una promoción en los medios de prensa para el buen uso de las bicicletas y, por lo mismo, no existe ningún interés en el público, debido seguramente a la falta de ciclo vías, reglamentos, la indiferencia de las autoridades pertinentes, etc. La gente ignorante suele además reírse cuando se trata de hablar de la bicicleta como medio de transporte viable. Por otra parte, la contaminación de los autos, los hidrocarburos se acabarán más pronto de lo que esperamos, por lo que la bicicleta representa una importante herramienta de trabajo y una solución a la obesidad a la que está expuesta el promedio de gente de la ciudad, debido a los malos hábitos alimenticios y probablemente a una desinformación sobre el tema. En vista pues de las limitaciones que presentan los autos deberíamos optar por la bicicleta, pero a veces siento que hablo en el aire.

Reparando una bicicleta antigua

China es uno de los países más representativos en cuanto al uso de este medio de transporte, debido a la polución gigantesca que existe, y la cantidad de fábricas en este país, que trata de satisfacer las necesidades de todo planeta, mediante su mano de obra barata. Me pregunto si con el TLC firmado con China, no deberían haber bajado el precio de las mismas. Sin embargo, la experiencia me ha enseñado que es mejor una bicicleta antigua reparada que una de procede de China.
No sucede lo mismo con las de que vienen de Japón. Yo, poseo una Best japonesa, de carreras, que tiene más de treinta años de antigüedad, herencia de mi padre, y que rescate del ropavejero cuando mi hermano la regalaba por cinco soles. Negocié entonces con el vendedor por diez soles, luego la limpie y engrase hasta que brillara. Más tarde, le compré algunos rayos que le faltaban, una pieza vieja en la cachina, cámaras nuevas, y listo para echar la carrera. A veces es mejor tomarse el tiempo de lijar alguna antigüedad que nos han dejado nuestros abuelos o padres. Podríamos encontrar verdaderas sorpresas. Pero si es de esos, a los que nadie le dejó nada, pues vaya Ud. a la cachina donde venden cualquier parte de bici o si prefiere cómprela entera, no deben cobrarle más de cincuenta soles, y sumarle lo del taxi.

San Juan de Lurigancho donde la bicicleta es de uso diario

Cuando estoy en SJL, lo dedico la mayor parte de mi tiempo a montar bicicleta. En un distrito que tiene cuestas asfaltadas que me permiten disfrutar con mucha tranquilidad. Los autos andan un poco más despacio y la gente se saluda todos los días.
Los niños pasean en bicicletas y los adultos suelen acompañarlos muchas veces en sus travesías. Me recuerda cuando hace más de treinta años, tenía uno tiempo para consagrarse a la diversión de la familia paseando en las bicicletas. Ahora, la gente va de prisa, sin fijarse siquiera en los problemas del otro, ni en los demás y menos respetar al prójimo. En cuanto uno se sube a una bicicleta siente un gran cambio: las nubes y la gente avanzan despacio, se puede alcanzar la velocidad de las aves y hasta parece que ya no existe ningún problema en esta vida.
El gobierno debería tomar este distrito como ejemplo, las bicicletas pueden transitar sin ningún problema, incluso la gente transporta su alfalfa en ellas, compra el pan, sale a disfrutar de una tarde de verano.
Espero, pues, que las personas tengan más acción en sus vidas y paseen como cuando niños, recordando que cuidar el planeta es tarea de todos.

Restaurando una “Hércules”

La Hércules es una bicicleta sencilla, de procedencia inglesa, que llegó con los grandes negociantes del siglo pasado a nuestras tierras. Para reconocer una de estas maravillosas y sencillas máquinas, no hay más que ver la catalina de la bicicleta, pues en ella se podrá observar el rótulo de la marca en letras muy claras.
Una amiga compró una Hércules tan pronto acabo el colegio. Después de sufrir el clásico trauma del robo de su bici cuando era niña, deseaba tener una, pero tuvo que esperar hasta llegar a los veinte años para volver a sentir la felicidad de montarse en esta.
Lo primero que hizo fue quitarle todo el polvo que traía encima, luego pintarla a mano, claro está, finalmente subirse en ella. Pero tuvo que dejarla al ingresar a la universidad y después dedicarse al trabajo. Ahora nuevamente le ha encontrado el gusto a este medio de transporte, ya que debido a su afición por las mismas, suele dedicarle un poco de su tiempo a estas magníficas máquinas. Ella va con su Hércules; yo, con mi Best de carreras (es un poco difícil en estos tiempos conseguir cualquiera de las dos). Lo que más podrá Ud. conseguir en la cachina serán esas bicis de sillón largo, que me recuerdan a una Harly Davidson, en cuanto a sus volantes se refiere.
Sea cualquiera la bicicleta que vaya Ud. a reparar recuerde que es mejor reemplazar sólo si es necesario una de las piezas antiguas por las nuevas, es mejor que la bicicleta este incólume. Yo prefiero, por ejemplo, ir a la cachina y comprar un descarrilador, una palanca de freno o cualquier otro repuesto, siempre que la erosión no haya destruido la pieza por completo. Pues ya he comprobado que las piezas chinas que venden en Grau o en la Avenida Emancipación duran sólo un tiempo; mientras las otras muchos años. Lo mejor cuando uno compra una bicicleta es fijarse que el eje funcione bien, cambiarle la cadena, las cámaras si están pinchadas, colocarle reflectores de seguridad, pintarla un poco y sobre todo mantenerla limpia con aceite de auto y sacarle brillo después con petróleo por lo menos una vez por semana, pues la corrosión no perdona una bicicleta después de 30 años guardada en su garage o en el galpón. Bueno, pues, entonces manos a la obra y a divertirse con los suyos mientras repara una de estas inigualables máquinas.

Bicicleta Best de carreras (treinta años de antiguedad, las llantas no son las originales)

Bicicleta Hércules de procedencia inglesa. Actualmente se construyen en la India

La Bicicleta de carreras y el VTH

Mi padre al heredarme una bicicleta de carreras, me dio sin quererlo más vida. Es una magnifica máquina que me transporta a donde yo desee, pero sobre todo es una joya invalorable que descansa en mi casa, cuando no está corriendo por las calles.
Creo que en Lima, como en otras grandes ciudades, se está perdiendo el gusto por usar la bicicleta y me parece muy triste que un invento tan maravilloso se quede en el olvido al preferir la postmodernidad actual, como el Play station.
El montar bicicleta no sólo se limita al sentirse libre y andar de acá para allá, existe además otras máquinas que usan el mismo sistema y que deberían adaptarse a las necesidades de las sociedades modernas. Esta máquina se llama VTH (Vehículo de Tracción Humana) y bien valdría la pena que nuestros ingenieros peruanos dieran una mirada por el Internet para llevar a cabo este sueño, que pondría fin a las molestas combis, a los autobuses y que ayudarían a que el mundo fuese más saludable.
Enseguida se puede observar uno de estos vehículos que bien podrían circular por San Juan de Lurigancho o cualquier otro distrito, si alguien se tomará la molestia de hacerlo, no es difícil su construcción y me parece haber oído que estudiantes de la Universidad Católica hicieron una exposición muy singular sobre estos vehículos años atrás.

Vehículo de Tracción Humana con estructura de aluminio

Vehículo de Tracción Humana (Prototipo)



Vehículo de Tracción Humana (dos ruedas)

Vehículo de Tracción Humana (Las ruedas pueden ser de diferentes tamaños. Tiene mayor estabilidad el de tres ruedas)

De cualquier manera la velocidad conseguida por la bicicleta de carrera debe ser bien difícil de batir, pero podríamos volver a los modelos antiguos que traían antes al Perú y que ahora han sido reemplazados por las montañeras, que no tienen la ligereza de una de carreras y que tampoco alcanza la velocidad de una de ellas. Más abajo, podrá Ud. observar algunas corriendo en un velódromo, eso claro sería casi imposible hacerlo en nuestro país, pero alguna vez no estuvo tan lejos de nosotros.

Ciclistas en Velodromo


Ciclistas en ruta

Oscar Bolaños, un soñador maravilloso

Oscar Bolaños (Fuente: Revista Mundial Enero 1975)

Este hombre de los años veinte del siglo pasado, contaba que en el Círcolo Sportivo Italiano se corría en el velódromo. Además, se corría en el Ciclista de Lima y en el Ciclista del Callao, pero de esos años nada ya queda, solamente el recuerdo. Pero este loco maravilloso, me trae a la memoria a mi padre, muerto prematuramente (48 años), ingeniero de profesión, quien podría haberme ayudado con mi locura de construir un VTH, para así descontaminar un poco el cielo color panza de burro de Lima. En las siguientes líneas podemos ver a Bolaños en su bicicleta, él alguna vez se fue a París e hizo de todo, pero en bicicleta y cuando por fin volvió al Perú, también lo hizo recorriendo las calles de Lima, hasta compitió con los campeones de ese entonces (Carlos Espinoza), con quien mantuvo alguna amistad.

Oscar Bolaños (Fuente Revista Mundial, Enero 1975)

Nosotros no podremos compararnos con este caballero alocado y feliz que se balanceaba por las calles de París. Pero, a diferencia de él, bien podrían aprovechar las pistas asfaltadas de Lima, cuando él lo hacía, en la recién inaugurada Avenida Arequipa de su época. No perdamos más el tiempo y hagamos la diferencia. Reparemos las bicicletas, paseemos con nuestros hijos por la tarde. El cambio sería enorme en Lima y hasta los que venden repuestos saldrían ganando más en medio de la algarabía.

En la foto Oscar Bolaños, Marquitos Espinoza y Carlos Espinoza (Fuente Revista Mundial. Enero, 1975)

Tomemos las riendas de nuestras vidas, juguemos a ser niños, no nos abrumemos por las compras de Navidad, las deudas contraídas o los rojos a fin de año. Dando el ejemplo los países en desarrollo seremos más grandes de lo que ya somos. Mostremos al mundo que los más civilizados e inventivos somos nosotros. Al descontaminar nuestro planeta habremos dejado un legado a lo que vendrán después, espero, sobre las ruedas de una bicicleta.

Bicicletas arregladas hace más de 40 años