domingo, 27 de febrero de 2011

Desde Camaná, tierra de arrozales

Cerca del arrozal descanso, echada al borde del camino, bajo un sauce, disfrutando del canto de las aves, del viento que lo mueve acariciándolo. Observando el vuelo de una lechuza, mientras los chuchulentos juguetean en mi naríz, pienso en los tíos de Milagros Carazas. Entonces me viene a la cabeza lo siguiente:



En el arrozal






Dos perros negros

nos siguen juguetones

el hocico en el aire

las patas llenas de barro

agitan sus colas

locamente

sin detenerse a pensar.

El sol incansable

pegado a nuestras espaldas

juega de rama en rama

su brillo tintineante

nos ciega en medio del rostro.

Una brisa inquieta nos avisa

que es época de cosecha

el canto del chirote

es más rojo que su pecho

nos despabila el sueño

una garza solitaria pasa

buscando pejerreyes

dos o tres pajarito

azul plata brincan

en el arrozal

que galantes son todos ellos.

Nosotras tenemos los ojos

puestos en los paseantes

en el color de las flores

en las motos, en los burros

pero que importan

colores, paseantes y pájaros

cuando somos

errantes

en este mundo

de posibilidades.


Nota: Poema experimental escrito en la ciudad de Camaná.

No hay comentarios: